
En la lectura de José Manuel Esteve nos señala como vivir con aburrimiento, vivir con ansiedad, la otra vivir con pasión. Descubriendo en cada clase que tocamos el cielo, con un gran animo de desarrollar y llevar a cabo la práctica de ser libres en lo que realizamos.
La experiencia, control de disciplina, dominio de la materia, identidad profesional, técnicas básicas, ser un buen interlocutor. Resolver problemas de disciplina y adaptar contenidos al nivel del conocimiento del alumnado.
El gusto por el enseñar, vivir cada clase con profunda ansiedad, descubriendo lo que hacen tus alumnos.
Al inicio de la enseñanza, los profesores tienen ansiedad, angustia, miedo e inseguridad al dar la clase. Aprenden por ensayo y error piensan tener todo bajo control aparentan una sabiduría que están lejos de poseer.
Con el tiempo corrigen errores y apuntalan lo positivo del enseñar, ganan la libertad el dar la clase con seguridad en sí mismos con el conocimiento lo que se debe dar y lo que no, ensayar nuevas técnicas para aplicar en temas, cambiar forma y modificar contenidos, libertad a enseñar con alegría al ser profesor.
Los profesores, escritores, filósofos, humanistas, Miguel de Unamuno y Francisco Giner, leído por azar en el boletín de la Institución Libre de Enseñanza, “Eran tan hombre y tan maestro, tan poco profesor –el que profesa algo.” El pensamiento continuo y constante marcha un mejor conocimiento. (EL PENSABA VIVIENDO, QUE ERA SU VIDA PENSAR Y SENTIR Y HACER PENSAR Y SENTIR).

La profesora María Carmen Díez, expresa así su visión en la enseñanza, “la escuela es un sitio donde vamos aprender, se comparte el tiempo, el espacio y el afecto con los demás, siempre habrá alguien para sorprender, emocionarte, decirte al oído algún secreto magnifico”. El profesor Fernando Corbalán, El hablar en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y proporcionar una atmósfera de investigación. “Se piensa que sólo se abre la mente de los alumnos, expandiendo nuevos matices y perspectivas más amplias en los sentidos, cuando en juegos y problemas en su origen de la dinámica en clase, la atmósfera mágica en clase, fluidos intelectuales en movimientos, actividades más placenteras. (APRENDER CON PLACER).
El ser maestro significa ayudar a encontrar la pregunta original del conocimiento. Crear inquietud y curiosidad obligando a pensar.
El enganchar experiencias pasadas el alumnado en las nuevas, enlazarlas. Buscar nuevos caminos para hacer pensar, aventura que te rescate del tedio y del aburrimiento, la libertad de expresar en la clase algo que te es muy valorado y querido. Al modular los ritmos de tu explicación a la frecuencia que ellos emiten sus gestos y sus preguntas. Estudio te hace sentir útil en la enseñanza.
Un buen maestro, abre horizontes antes insospechados, rompiendo las barreras de nuestras limitaciones, rescata pensamientos presentidos, atreviéndose a formular, e inquietudes latentes que lleven a una nueva luz pensar en nuevas conclusiones. Curiosamente nos sentimos humillados por seguir el curso de un pensamiento ajeno. Creando un juicio paralelo con el que reestructuramos nuestra forma de ver la realidad. Pensar nuevas conclusiones que no estén el discurso original, objetivo ser maestro de humanidad. Las materias que enseñamos, o quizás, pensar de las materias que enseñamos, transmitir el sentido de la sabiduría, rescatar nuestros alumnos, de entre las maraña de la ciencia y la cultura, explicar el mundo que rodea.
La enseñanza en el recorrido profesional, ayudar a que otros que recorren el mismo camino del proceso intermedio, sortear las dificultades.
Elaborar la propia identidad profesional, implica cambiar la mentalidad, por la posición que siempre has sido del alumno. Debes descubrir en qué consiste ser profesor, las dificultades son distintas entre los profesores de primaria y secundaria.
El profesor de primaria el peor problema es la idealización, buen profesor, debe hacer, lo que debe pensar y lo que debe evitar, pero nadie les ha explicado, los problemas de forma positiva y cómo eludir las dificultades, aprendiendo contenidos de enseñanza, cómo organizar una clase, ganarse el derecho a hacerse oír. La motivación para el aprendizaje significativo, “el buen profesor debe motivar a sus alumnos”, aprendieron de forma práctica diez técnicas específicas de motivación. La principales tareas a desarrollar enseñanza de la lectura y la escritura, cursos enteros al aprendizaje de la fonética.
El profesor novato, en la práctica de la enseñanza, se encuentra que tiene claro el modelo de profesor ideal, como hacerlo realidad y claro lo que debería hacer en la clase, pero no sabe cómo hacerlo. Batalla con la realidad durante dos o tres años para solucionar los problemas prácticos que implica entrar en una clase, cerrar la puerta y quedarse a solas con un grupo de alumnos.
El profesor novato, siente frustrado por no alcanzar el ideal. El aprendizaje por ensayo y error, retrata robot del “profesor ideal”, las comparaciones de cada día, las limitaciones de una persona de carne y hueso con el fantasma etéreo de un estereotipo ideal. Las cuestiones de dominar la clase, cortan los canales de comunicación con los compañeros que podrían ayudarlos. Profesor Fernández Cruz, en su artículo menciona la identidad profesional se alcanza tras consolidad un repertorio pedagógico y tras un periodo de especialización, el profesor novato tiene que volver a estudiar temas y estrategias de clase, profesor práctico y no del estudiante de magisterio.
Los profesores de segundaria, el problema de identidad es mucho más grave. Señala Fernando Corbalán, “la mayoría de los profesores de secundaria nunca tuvieron una vocación clara de enseñanza, se forman en facultades universitarias de ciencias y letras que , ni por asomo, pretender formar profesores, resultado de este modelo, el profesor que llega a instituto para explicar Geografía e Historia, y con un poco de mala suerte un curso suelto de Ética, a sí como “medievalista”, el problema cuando se enfrenta a una clase bulliciosa de treinta adolecentes en una zona rural o en un barrio conflictivo. El sentimiento de error y de auto conmiseración se apodera de nuestra nuevo profesor. Le obligan a enseñara Historia General, que no es lo suyo, y de paso Geografía y Ética, descubre que no hay interés por las historia por parte los alumnos queda horrorizado. “El maestro sin recursos didácticos para enfrentar un grupo”.
El profesor de secundaria se da cuenta que no sabe cómo organizar una clase, el problema de perfila r una identidad profesional, que duro resulta comprender esto a la mayor parte de nuestros profesores de secundaria y de Universidad. Por qué ellos a rebajar sus niveles de conocimientos a la mentalidad de los adolescentes bárbaros. Hay que mantener el nivel, gritan exaltados, y ello significa, vivirán la enseñanza rumiando la afrenta de la sociedad les obligue a abandonar el Olimpo de su investigación.
Algunos profesores consiguen estar a gusto en su trabajo, descubren que eso pasa, necesariamente, por actitud de servicio hacia los alumnos, el reconocimiento de la ignorancia como el estado inicial previsible, la tarea es encender el deseo de saber, por aceptar el trabajo, reconvertir lo que sabe para hacerlo accesible a un grupo de adolecentes, un maestro viejo, enseñar este catalogado, oficialmente, entre las obras de misericordia, afecto, hace falta un cierto sentido de la humildad para aceptar que tu trabajo consiste en estar a su servicio, sus preguntas sin humillarlos, una explicación extra, busca materiales que les hagan asequible lo esencial, permite acceder a los nuevos conocimientos. Es único verdaderamente importante son los alumnos, nosotros estamos allí para transmitir la ciencia y la cultura a nuevas generaciones, transmitir los valores y las certezas que la humanidad que ha recopilado a través del tiempo.
La solución de problema para ganar la libertad de estar a gusto en clase hace referencia a nuestro papel de interlocutor, comunicador, intermediario entre la ciencia y los alumnos, dominar técnicas básicas de comunicación, desarrollar un ámbito grupal para la enseñanza, el profesor debe dominar esas técnicas de comunicación grupal.
Los problemas de los profesores debutantes las ansiedades, se centran en ámbito formal lo que se puede y lo que no se puede decir o hacer en una clase, encontrar unas formas adecuadas de expresión, los silencios son tan importantes como las palabras, una expresión castiza puede ser simpática o hundirnos en el más espantoso de los ridículos. El saber escuchar, en saber preguntar y en distinguir claramente el momento en que debemos abandonar la escena. Los canales de comunicación, verbales, gestuales y audiovisuales. El distinguir en el grupo los distintos climas de clase en los tonos de voz del profesor.
Los profesores experimentados saben qué lugar físico deben ocupar en una clase, interpretar las señales gestuales que emiten los alumnos para regular nuestro ritmo de clase, y el dominio de ésta y otras habilidades de comunicación requiere entrenamiento, reflexión y una constante actitud de autocrítica para su propio estilo docente. Conseguir comunicar lo que exactamente queremos decir, y logramos la empatía con nuestros alumnos.
El profesor novato, obstáculo serio a superar la disciplina, tiene que encontrar una forma de organizar a la clase para que trabaje con un orden productivo. Y, en cuanto comienza a hacerlo, descubre que esto tampoco se lo han enseñado. El buen profesor, debe saber organizar la clase, pero en pocas ocasiones se le ha contado al futuro profesor dónde está la clave para que el grupo funcione sin conflictos.
Para enseñar una asignatura lo único realmente importante es dominar su contenido, encuentra en este campo su negoción más radical, debe atender otras tareas distintas a las de enseñar, definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo, y de evaluación hasta conseguir que el grupo trabaje como tal. El razonamiento y el diálogo son las mejores armas, los alumnos no son enemigos de quienes tienen que defenderse, son seres esencialmente razonables, bajar tus niveles de exigencia, se fundan en tu propia seguridad, los alumnos sabes descubren muy bien cuáles son sus límites.
Los contenidos de enseñanza, el problema de adaptar al nivel de conocimiento de los alumnos, el profesor novato ha dejado la Universidad, tiene que desprenderse de los estilos académicos del investigador especialista, y adecuar su enfoque de los conocimientos para hacerlos asequibles. Protestar por el bajo nivel con que el que llegan los alumnos, por protestar no sirve de nada, tienes los alumnos que tienes, y con ellos no hay más que una alternativa, los enganchas en el deseo de saber, o los vas dejando tirados conforme avanzas en tus explicaciones, implícito de un fracaso, hace tiempo descubrí que en cualquier asignatura, lo único importante es ser maestro de humanidad.
El tiempo corre, ser profesor no es algo socialmente relevante, no espero nada nuevo del futuro, lo hecho lo que quería hacer, y estoy donde quería estar. El desafío del saber y la pasión por comunicarlo, mis alumnos asimilen nuestros mejores logros y extraigan consecuencias de nuestros peores fracasos. Los valores de la cultura y el progreso, hombres y mujeres empeñados en enseñar a sus alumnos a enfrentarse consigo mismo desde el preescolar hasta la Universidad, orgullosos de ser profesores.
Sin más por el momento reciban un cordial saludo adjunto él archivo de aventura de ser maestro y esperando sus opinión sobre los trabajos.
Atentamente
Gregorio Sánchez Rodríguez
La experiencia, control de disciplina, dominio de la materia, identidad profesional, técnicas básicas, ser un buen interlocutor. Resolver problemas de disciplina y adaptar contenidos al nivel del conocimiento del alumnado.
El gusto por el enseñar, vivir cada clase con profunda ansiedad, descubriendo lo que hacen tus alumnos.
Al inicio de la enseñanza, los profesores tienen ansiedad, angustia, miedo e inseguridad al dar la clase. Aprenden por ensayo y error piensan tener todo bajo control aparentan una sabiduría que están lejos de poseer.
Con el tiempo corrigen errores y apuntalan lo positivo del enseñar, ganan la libertad el dar la clase con seguridad en sí mismos con el conocimiento lo que se debe dar y lo que no, ensayar nuevas técnicas para aplicar en temas, cambiar forma y modificar contenidos, libertad a enseñar con alegría al ser profesor.
Los profesores, escritores, filósofos, humanistas, Miguel de Unamuno y Francisco Giner, leído por azar en el boletín de la Institución Libre de Enseñanza, “Eran tan hombre y tan maestro, tan poco profesor –el que profesa algo.” El pensamiento continuo y constante marcha un mejor conocimiento. (EL PENSABA VIVIENDO, QUE ERA SU VIDA PENSAR Y SENTIR Y HACER PENSAR Y SENTIR).

La profesora María Carmen Díez, expresa así su visión en la enseñanza, “la escuela es un sitio donde vamos aprender, se comparte el tiempo, el espacio y el afecto con los demás, siempre habrá alguien para sorprender, emocionarte, decirte al oído algún secreto magnifico”. El profesor Fernando Corbalán, El hablar en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y proporcionar una atmósfera de investigación. “Se piensa que sólo se abre la mente de los alumnos, expandiendo nuevos matices y perspectivas más amplias en los sentidos, cuando en juegos y problemas en su origen de la dinámica en clase, la atmósfera mágica en clase, fluidos intelectuales en movimientos, actividades más placenteras. (APRENDER CON PLACER).
El ser maestro significa ayudar a encontrar la pregunta original del conocimiento. Crear inquietud y curiosidad obligando a pensar.
El enganchar experiencias pasadas el alumnado en las nuevas, enlazarlas. Buscar nuevos caminos para hacer pensar, aventura que te rescate del tedio y del aburrimiento, la libertad de expresar en la clase algo que te es muy valorado y querido. Al modular los ritmos de tu explicación a la frecuencia que ellos emiten sus gestos y sus preguntas. Estudio te hace sentir útil en la enseñanza.
Un buen maestro, abre horizontes antes insospechados, rompiendo las barreras de nuestras limitaciones, rescata pensamientos presentidos, atreviéndose a formular, e inquietudes latentes que lleven a una nueva luz pensar en nuevas conclusiones. Curiosamente nos sentimos humillados por seguir el curso de un pensamiento ajeno. Creando un juicio paralelo con el que reestructuramos nuestra forma de ver la realidad. Pensar nuevas conclusiones que no estén el discurso original, objetivo ser maestro de humanidad. Las materias que enseñamos, o quizás, pensar de las materias que enseñamos, transmitir el sentido de la sabiduría, rescatar nuestros alumnos, de entre las maraña de la ciencia y la cultura, explicar el mundo que rodea.
La enseñanza en el recorrido profesional, ayudar a que otros que recorren el mismo camino del proceso intermedio, sortear las dificultades.
Elaborar la propia identidad profesional, implica cambiar la mentalidad, por la posición que siempre has sido del alumno. Debes descubrir en qué consiste ser profesor, las dificultades son distintas entre los profesores de primaria y secundaria.
El profesor de primaria el peor problema es la idealización, buen profesor, debe hacer, lo que debe pensar y lo que debe evitar, pero nadie les ha explicado, los problemas de forma positiva y cómo eludir las dificultades, aprendiendo contenidos de enseñanza, cómo organizar una clase, ganarse el derecho a hacerse oír. La motivación para el aprendizaje significativo, “el buen profesor debe motivar a sus alumnos”, aprendieron de forma práctica diez técnicas específicas de motivación. La principales tareas a desarrollar enseñanza de la lectura y la escritura, cursos enteros al aprendizaje de la fonética.
El profesor novato, en la práctica de la enseñanza, se encuentra que tiene claro el modelo de profesor ideal, como hacerlo realidad y claro lo que debería hacer en la clase, pero no sabe cómo hacerlo. Batalla con la realidad durante dos o tres años para solucionar los problemas prácticos que implica entrar en una clase, cerrar la puerta y quedarse a solas con un grupo de alumnos.
El profesor novato, siente frustrado por no alcanzar el ideal. El aprendizaje por ensayo y error, retrata robot del “profesor ideal”, las comparaciones de cada día, las limitaciones de una persona de carne y hueso con el fantasma etéreo de un estereotipo ideal. Las cuestiones de dominar la clase, cortan los canales de comunicación con los compañeros que podrían ayudarlos. Profesor Fernández Cruz, en su artículo menciona la identidad profesional se alcanza tras consolidad un repertorio pedagógico y tras un periodo de especialización, el profesor novato tiene que volver a estudiar temas y estrategias de clase, profesor práctico y no del estudiante de magisterio.
Los profesores de segundaria, el problema de identidad es mucho más grave. Señala Fernando Corbalán, “la mayoría de los profesores de secundaria nunca tuvieron una vocación clara de enseñanza, se forman en facultades universitarias de ciencias y letras que , ni por asomo, pretender formar profesores, resultado de este modelo, el profesor que llega a instituto para explicar Geografía e Historia, y con un poco de mala suerte un curso suelto de Ética, a sí como “medievalista”, el problema cuando se enfrenta a una clase bulliciosa de treinta adolecentes en una zona rural o en un barrio conflictivo. El sentimiento de error y de auto conmiseración se apodera de nuestra nuevo profesor. Le obligan a enseñara Historia General, que no es lo suyo, y de paso Geografía y Ética, descubre que no hay interés por las historia por parte los alumnos queda horrorizado. “El maestro sin recursos didácticos para enfrentar un grupo”.
El profesor de secundaria se da cuenta que no sabe cómo organizar una clase, el problema de perfila r una identidad profesional, que duro resulta comprender esto a la mayor parte de nuestros profesores de secundaria y de Universidad. Por qué ellos a rebajar sus niveles de conocimientos a la mentalidad de los adolescentes bárbaros. Hay que mantener el nivel, gritan exaltados, y ello significa, vivirán la enseñanza rumiando la afrenta de la sociedad les obligue a abandonar el Olimpo de su investigación.
Algunos profesores consiguen estar a gusto en su trabajo, descubren que eso pasa, necesariamente, por actitud de servicio hacia los alumnos, el reconocimiento de la ignorancia como el estado inicial previsible, la tarea es encender el deseo de saber, por aceptar el trabajo, reconvertir lo que sabe para hacerlo accesible a un grupo de adolecentes, un maestro viejo, enseñar este catalogado, oficialmente, entre las obras de misericordia, afecto, hace falta un cierto sentido de la humildad para aceptar que tu trabajo consiste en estar a su servicio, sus preguntas sin humillarlos, una explicación extra, busca materiales que les hagan asequible lo esencial, permite acceder a los nuevos conocimientos. Es único verdaderamente importante son los alumnos, nosotros estamos allí para transmitir la ciencia y la cultura a nuevas generaciones, transmitir los valores y las certezas que la humanidad que ha recopilado a través del tiempo.
La solución de problema para ganar la libertad de estar a gusto en clase hace referencia a nuestro papel de interlocutor, comunicador, intermediario entre la ciencia y los alumnos, dominar técnicas básicas de comunicación, desarrollar un ámbito grupal para la enseñanza, el profesor debe dominar esas técnicas de comunicación grupal.
Los problemas de los profesores debutantes las ansiedades, se centran en ámbito formal lo que se puede y lo que no se puede decir o hacer en una clase, encontrar unas formas adecuadas de expresión, los silencios son tan importantes como las palabras, una expresión castiza puede ser simpática o hundirnos en el más espantoso de los ridículos. El saber escuchar, en saber preguntar y en distinguir claramente el momento en que debemos abandonar la escena. Los canales de comunicación, verbales, gestuales y audiovisuales. El distinguir en el grupo los distintos climas de clase en los tonos de voz del profesor.
Los profesores experimentados saben qué lugar físico deben ocupar en una clase, interpretar las señales gestuales que emiten los alumnos para regular nuestro ritmo de clase, y el dominio de ésta y otras habilidades de comunicación requiere entrenamiento, reflexión y una constante actitud de autocrítica para su propio estilo docente. Conseguir comunicar lo que exactamente queremos decir, y logramos la empatía con nuestros alumnos.
El profesor novato, obstáculo serio a superar la disciplina, tiene que encontrar una forma de organizar a la clase para que trabaje con un orden productivo. Y, en cuanto comienza a hacerlo, descubre que esto tampoco se lo han enseñado. El buen profesor, debe saber organizar la clase, pero en pocas ocasiones se le ha contado al futuro profesor dónde está la clave para que el grupo funcione sin conflictos.
Para enseñar una asignatura lo único realmente importante es dominar su contenido, encuentra en este campo su negoción más radical, debe atender otras tareas distintas a las de enseñar, definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo, y de evaluación hasta conseguir que el grupo trabaje como tal. El razonamiento y el diálogo son las mejores armas, los alumnos no son enemigos de quienes tienen que defenderse, son seres esencialmente razonables, bajar tus niveles de exigencia, se fundan en tu propia seguridad, los alumnos sabes descubren muy bien cuáles son sus límites.
Los contenidos de enseñanza, el problema de adaptar al nivel de conocimiento de los alumnos, el profesor novato ha dejado la Universidad, tiene que desprenderse de los estilos académicos del investigador especialista, y adecuar su enfoque de los conocimientos para hacerlos asequibles. Protestar por el bajo nivel con que el que llegan los alumnos, por protestar no sirve de nada, tienes los alumnos que tienes, y con ellos no hay más que una alternativa, los enganchas en el deseo de saber, o los vas dejando tirados conforme avanzas en tus explicaciones, implícito de un fracaso, hace tiempo descubrí que en cualquier asignatura, lo único importante es ser maestro de humanidad.
El tiempo corre, ser profesor no es algo socialmente relevante, no espero nada nuevo del futuro, lo hecho lo que quería hacer, y estoy donde quería estar. El desafío del saber y la pasión por comunicarlo, mis alumnos asimilen nuestros mejores logros y extraigan consecuencias de nuestros peores fracasos. Los valores de la cultura y el progreso, hombres y mujeres empeñados en enseñar a sus alumnos a enfrentarse consigo mismo desde el preescolar hasta la Universidad, orgullosos de ser profesores.
Sin más por el momento reciban un cordial saludo adjunto él archivo de aventura de ser maestro y esperando sus opinión sobre los trabajos.
Atentamente
Gregorio Sánchez Rodríguez
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